lunes, 9 de diciembre de 2013

¿Por qué el community manager profesional?


  Aunque la respuesta a este interrogante parezca una obviedad, no siempre se repara en el  profesionalismo como la variable imprescindible a la hora de la creación y administración de las redes sociales en las organizaciones. Probablemente, esto derive del hecho de que la actividad del community manager tenga relativamente pocos años de desarrollo en el país y por ende, su grado de integración a la vida empresarial todavía no alcanza los niveles esperables.

  Lo cierto es que las empresas, más tarde o más temprano, advierten por cuestiones prácticas que el desempeño de los expertos en dicha área es insustituible. En efecto, más allá de que alguien no preparado pueda tener “aciertos” en la administración de plataformas de comunicación virtual, carecerá de la visión global habilitada por el plan de comunicación que la sustenta para quedar estancado en simples acciones aisladas que ni siquiera pueden ser concebidas como tácticas (ya que estas tienen su razón de ser en su ligazón con estrategias que las preceden).

  Detengámonos en un ejemplo de amplia resonancia mediática: El protagonizado por la cadena especializada en café Starbucks. Desde sus redes se les dio la siguiente explicación a sus “fans”: “Pedimos disculpas, ya que debido a un quiebre temporario de stock, en algunas tiendas se están utilizando vasos y mangas nacionales”. Inmediatamente, una cuantiosa cantidad de seguidores manifestaron su desagrado con lo publicado debido a que consideraron que se trataba de un gran menosprecio a la industria nacional. Finalmente, la información se viralizó no sólo en Internet sino en otros medios de comunicación masivos con la consecuente repercusión negativa en la imagen de la marca.

 Luego del hecho, desde la misma red se hizo un pedido de disculpas por lo escrito y se explicó que hubo un error de claridad en el mensaje: Sólo se quería transmitir que se iban a utilizar provisoriamente insumos que no eran los habituales.

  Si extrajéramos una “moraleja” de lo ocurrido en este caso, podríamos decir que una carta mal puesta en la pirámide, puede hacer tambalear toda la estructura (y en un caso extremo, hacer que se derrumbe).
 
  Así como alguien que no es periodista y administra su propio blog no se constituye como tal sólo por publicar una noticia creada por él mismo, podemos decir que quien administra redes sociales tampoco puede ser considerado community manager si no cuenta con la formación y la experiencia necesaria para ello. Sólo los profesionales pueden ver más allá de las acciones concretas que se llevan a cabo en dichas plataformas gracias al horizonte señalado por la planificación en su nivel macro y micro.


Licenciado R. López






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